Aun
cuando en los tratados del siglo XIX la mención al gandul sea escueta y
subvalorada, ello no quiere decir que la
legumbre fuera poco apreciada en la cocina puertorriqueña. Por eso, a pocos
años de que pasáramos a ser colonia norteamericana, varias damas americanas
pertenecientes a la Primera Iglesia Metodista de San Juan incluyeron una receta
de “gandules guisados” en su
recetario “The Porto Rican Cook Book”
(1909). Tan importante era que además incluyeron a la legumbre en el “Market List” que copiaron al final del
libro para orientar a sus amigas recién llegadas sobre qué comprar en el
mercado de San Juan.
También
se incluye una receta gandules guisados
y otra de “arroz con gandules” (sin
carne de cerdo), en el manual de
economía doméstica “Home Making
and Home Keeping” de 1914. En 1929 se incluyó el “arroz con gandules y carne de cerdo” entre los almuerzos semanales
que debían servirse en los comedores de las escuelas públicas de Puerto Rico.
Todo ello muestra el respeto que las maestras de escuelas públicas y los
planificadores educativos tenían a la súper nutritiva legumbre, en la cocina y en
las ingestas puertorriqueñas.
Más adelante, en “The Puerto Rican Cookbook”
(1948), escrito por la norteamericana Elizabeth Bellows Dooley, se incluyó la
receta de “gandules guisados”. En “Cocine a Gusto”, de Berta Cabanillas,
Carmen Ginorio y Carmen Quirós (1950) se incluyó el “sopón de gandules con
bollitos de plátano” y el “sopón de gandules con carne de cerdo”. Luego en “Cocina
Criolla” de Carmen Aboy de Valldejuli (1954), se incluyeron tres recetas. Por
entonces, el Cajanus se había asentado con firmeza en la cocina puertorriqueña,
algo que reconoció la industria alimentaria local (los entonces famosos
gandules marca Alba, producidos y
envasados en el municipio de Villalba de forma cooperativa), y los avances de
Goya Foods en Estados Unidos, que avivaban la memoria del paladar navideño de cientos
de miles de puertorriqueños y puertorriqueñas de la diáspora. De aquí en adelante hasta el día de hoy,
ningún recetario que se nombre de “cocina puertorriqueña”, carece de una receta
con el generoso gandul.
Apostemos, pues, a nuestros gandules en el
preludio de la primera mañana del 2020, con un reverenciado sopón de gandules
del país, humeante, con sofrito de pilón y bollitos de plátano. ¡Ahhh! Y no
olviden la costillita de cerdo con carne de la barriguita, para reforzar el
caldo y la sustancia en el diente. Igual pueden homenajearlo con un arroz con
gandules y carne de cerdo apastelao……
¡En la fiesta de Reyes por supuesto!!!
¡Muchas
felicidades!
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