Como dije en la nota del
27 de diciembre, el gandul se menciona por primera vez en Puerto Rico en el
tratado Exploración de las Islas de Barlovento: Cuba y Puerto Rico (1795). Pero llama
la atención que un observador de la flora puertorriqueña tan curioso como el
monje Abad y Lasierra- quien recorrió la isla a fines de la década de 1780-, no
mencione al gandul en su Historia
Geográfica Civil y Natural de la Isla de San Juan, publicada en 1788. Igual,
el gandul no se menciona en los datos agrícolas de las Memorias Geográficas, Históricas, Económicas y Estadísticas de la Isla
de Puerto Rico, publicadas por Pedro Tomás de Córdoba en 1831. ¡Y ojo,
tampoco hay una receta con gandules en nuestro primer recetario, El cocinero
puertorriqueño (1859)!
Pero estos silencios no significan
que el gandul no jugara un papel destacado en los pequeños predios y en la
alimentación de campesinos y esclavos en Puerto Rico a fines del siglo XVIII y
durante la primera parte del siglo XIX, como ocurría en las pequeñas parcelas
campesinas, por ejemplo, en Jamaica, Belice y Barbados. Los silencios se debían,
sin duda, a la subvaloración del gandul- como cultivo y comida- en los
discursos de los “ilustrados” puertorriqueños y los “agricultores de escritorio”.
En la segunda mitad del
siglo XIX ya comenzará a hablarse del gandul – aunque de forma muy paraca- en
la obra El médico botánico criollo de
Renato de Grosourdy (1864)- ahora con el nombre de Cajanus cajans-, y
en los Estudios Sobre la Flora de Puerto
Rico de Agustín Stahl (1883). Finalmente hay una mención a su uso
alimentico en la Revista de Agricultura y
Comercio de Puerto Rico en 1888. En ella se describía al gandul- en el
contexto de la cocina pobre- de la siguiente forma:
“Cajanus indicus: Otra rica y
sabrosa leguminosa que nos ha sido importada de la India. Su cultivo requiere
poco esmero, produce abundante y por largo tiempo, constituyendo una de las
plantas alimenticias más ventajosa a nuestra población pobre.”
Otra cosa
muy distinta será la comparecencia del gandul en los primeros recetarios que se
publicaron en el siglo pasado.
Con eso
vengo y con una receta de sopón de gandules y bollitos, ¡Antes de Noche Vieja!
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